¿Para los Dodgers qué se traen entre manos Roberts y Friedman?

Si algo le quita el sueño a Andrew Friedman en estos días es la situación que enfrentan los Dodgers de los Ángeles con su picheo, y en particular, con la rotación abridora.

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Un cuerpo de lanzadores que al inicio de la temporada estaba plagado de dudas alegres, y que pensamos tenía en lo interno una reserva inagotable de variantes ha pasado por estar más tiempo que el deseado en los últimos meses intercalando juegos de bullpen en cada vuelta de la rotación.

Ahora mismo la casi inminente salida de Trevor Bauer, anunciada silenciosamente a partir del divorcio y distanciamiento, pone al equipo en un nuevo aprieto. Esto asumiendo como algo casual y pasajero el paso de Clayton Kershaw por la lista de lesionados.

No obstante, una excelente medida cuando aún estamos a tiempo es poner las barbas en remojo. ¿Qué significa eso? Pues prepararse con un refuerzo de nivel para cualquier otra eventualidad que venga en el tramo final de competencia, cuando los brazos empiezan a cansarse y pueden sobrevenir cargas adicionales o lesiones. Todo esto asumiendo que David Price cumpla el trámite y logre pasar el proceso de reconversión, llegando a lanzar sobre los 80 lanzamientos en las próximas semanas.

Entonces la rotación estaría montada con Clayton Kershaw, Walker Buehler, Julio Urías, Tommy Gonsolin y David Price. Cinco lanzadores con un nivel de riesgo que ninguna aseguradora entraría a dar su palabra por ellos. Dos brazos de más de 2000 entradas lanzadas, 33 años y 10 de servicio y otro joven, pero regresando de una lesión complicada. Hacia lo interno, aun Josiah Grey es una incógnita, tanto a nivel competitivo en la MLB como de salud.

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