Con el jonrón 500, Cabrera se Une a un Club que Cada Vez es Más Exclusivo.

Miguel Cabrera es el vigésimo octavo pelotero en llegar al club de los 500 jonrones. A pesar de la irrupción de varios miembros en años recientes, puede haber una larga espera para ver al integrante número 29.

Benjamin Hoffman. The New York Times. 22 de agosto de 2021.

Ya no los hacen más como Miguel Cabrera.

Este domingo 22 de agosto, el toletero de 38 años de edad de los Tigres de Detroit, descargó el jonrón 500 de su carrera estelar, al depositar un cambio de Steven Matz de los Azulejos de Toronto, en conteo de 1-1, a 400 pies por encima de la pared del jardín central del Rogers Centre en Toronto. Es el pelotero 28 que alcanza ese registro, y mientras recorría las bases durante la apertura del sexto inning, era pertinente preguntarse cuanto tiempo pasaría hasta la llegada del miembro 29 de esa cofradía.

“Fue una gran emoción”, dijo Cabrera de ese recorrido alrededor de las bases. “Fue un momento agradable porque empatamos el juego”.

Al sospechar una larga espera para la llegada del próximo miembro del club de los 500 jonrones, parece absurdo que el beisbol ha tenido una irrupción de poder en los últimos 20 años. La membresía del club ha disminuido tanto que ha diluido el hecho que una vez fue considerado como pase automático al Salón de la Fama. Aún así, una mirada a los peloteros activos que vienen tras Cabrera ofrecen sorpresivamente unos pocos candidatos que pueden hacerlo en los próximos cinco años.

El jonrón 500 de Cabrera llegó luego de una espera de 31 turnos al bate desde el número 499. El retraso de nueve juegos puede haber parecido eterno, pero de acuerdo al Elias Sports Bureau, se quedó corto ante la marca por la espera de un imparable significativo, dado que Jimmie Foxx tuvo que esperar 61 turnos al bate.

Los Tigres habían tratado de arreglar las cosas para que Cabrera largara el cuadrangular 500 en casa, llegando a sentarlo en un juego en la carretera luego de haber llegado al estacazo 499, pero tuvo dificultades durante una estadía de seis juegos en casa.

“Tenía muchas cosas en la cabeza debido a que quería lograrlo en Detroit”, dijo Cabrera de la presión por llegar a los 500 jonrones. Mostró algo de humildad al agregar, “Pero batear jonrones es difícil”.

Los Tigres (60-66) se aseguraron de que el domingo de Cabrera terminara con una sonrisa al vencer a los Azulejos 5-3 en 11 innings.

Para Cabrera, los 500 jonrones no es lo único que lo hace sobresalir entre sus pares. El dos veces ganador del premio al jugador más valioso, tiene un perfil curricular del Salón de la Fama que incluye una triple corona de bateo en 2012, la cual rompió una seguidilla de 44 temporadas sin un triplecoronado en MLB; otros tres títulos de bateo; y un anillo de Serie Mundial. Pronto podría convertirse en el trigésimo tercer pelotero con 3.000 imparables en su carrera. Después del juego de este domingo 22 de agosto tenía 2955, aunque podrían ser necesarios unos juegos de la próxima temporada para alcanzar la ansiada meseta de los 3000 imparables.

Cabrera ha hecho todo esto como un pelotero aparentemente fuera de lote en su generación.

En 2012 había debates encendidos sobre si Cabrera, quien perseguía la triple corona, debería estar a la zaga de Mike Trout, la estrella de los Angelinos de Los Angeles que lo superaba de lejos en War (wins above replacement) gracias a su gran ventaja en el corrido de bases y la defensiva; en la votación  del jugador más valioso. Pero aún sin acercarse a las destrezas generales de Trout, el hecho de la brillantez del bateo de Cabrera__al liderar la Liga Americana en promedio de bateo, jonrones, y carreras remolcadas__ era irresistible para los votantes. Repitió como jugador más valioso el año siguiente en una temporada que fue quizás más impresionante, sin tomar en cuenta donde terminó en las listas de los líderes, y sin tomar en cuenta la creencia de muchos de que Trout era el mejor pelotero del juego.

Cabrera es un regreso a los grandes bateadores del pasado en muchos sentidos. Mientras es difícil escoger las mejores estadísticas a resaltar en un carrera en la que ha pasado de aquel cara de niño de los Marlins de Florida ganadores de la Serie Mundial de 2003 hasta el poderoso bateador que vemos hoy, el número más impactante podría ser su promedio de bateo vitalicio de .311. Es la marca más alta entre los peloteros activos, y a diferencia de Albert Pujols, su par activo más cercano en términos de logros vitalicios, Cabrera construyó suficiente colchón en su apogeo, para asegurarse de no ver su promedio de bateo caer por debajo de .300 antes de retirarse.

En una época cuando el promedio de bateo colectivo de la liga es el más bajo desde 1968, el lapso de siete temporadas de Cabrera desde 2009 hasta 2015, cuando bateó para .332 en casi 4000 turnos al bate, parece un trabajo de ficción.

Tristemente, esos días quedaron bien atrás para él.

Aún con la ligera resurgencia de Pujols y Cabrera esta temporada el beisbol se está preparando para una realidad sin ellos. Predecir cuanto tiempo les queda es difícil, ambos peloteros se han mantenido a pesar de quedarles poco que ofrecer más allá de cierto poder ocasional con la mano derecha. Pero es fácil decir que no veremos peloteros alcanzar esos numeritos por un buen tiempo.

En cuanto a los 500 jonrones, podría haber una espera de cinco años o más prolongada.

Nelson Cruz de los Rays de Tampa Bay está a 57 jonrones de los 500, pero cumplió 41 años el 1 de julio y se espera que en cualquier momento empiece a declinar aunque no haya evidencia de que ese proceso haya empezado. El próximo jugador cercano a la cifra es Robinson Canó, quien cumple 39 años en octubre, y después de estar suspendido esta temporada de 2021, es difícil pensar que él pueda batear 166 jonrones.

Giancarlo Stanton necesita 168 estacazos de circuito completo, un número posible para una persona de 31 años de edad que una vez largó 59 cuadrangulares en una temporada. Pero solo ha bateado 27 jonrones en las tres últimas temporadas combinadas, y su complicada historia de salud lo convierte en un enigma.

Justin Upton, Joey Votto y Evan Longoria — Nos. 6, 7 y 8 en la lista de peloteros activos__ parecen muy viejos y alejados para aproximarse a esa marca, aún cuando Votto, 37, esté mostrando su mejor parecido con Henry Aaron en los días recientes.

Eso deja como único candidato razonable, más allá de Stanton, a Trout, quien cumplirá 30 años este mes. Está a 190 jonrones de distancia, y con una salud decente, podría alcanzar esa meseta en cinco o seis temporadas.

Esa espera parece desmesurada cuando se considera que la membresía del club de los 500 jonrones se ha incrementado hasta 28 desde 16 en cerca de 20 temporadas. Se agregaron tres miembros en solo 81 días en 2007. Pero en la historia del club esa no sería una brecha tan notable.

Babe Ruth fundó el club al conectar su jonrón 500 el 11 de agosto de 1929. Tendrían que transcurrir 11 años hasta que Jimmie Foxx se le uniese el 24 de septiembre de 1940. Mel Ott fue el tercero en 1945, y hubo una espera de 15 años hasta que Ted Williams lo hiciera en 1960. Más recientemente, hubo una brecha de nueve años entre el 500 de Mike Schmidt el 18 de abril de 1987, y el de Eddie Murray el 6 de septiembre de 1996.

Esas brechas ocurrieron antes de la aparición de las drogas de alto de rendimiento deportivo. La irrupción de 12 miembros nuevos en un período de 17 años que terminó en 2015 incluyó a siete peloteros (Mark McGwire, Barry Bonds, Sammy Sosa, Rafael Palmeiro, Alex Rodriguez, Manny Ramirez y Gary Sheffield) que por lo pronto no parece que serán consagrados en Cooperstown.

Pero eso puede ser apuntado para hacer notar que Cabrera es diferente. A menos que haya un cambio dramático de circunstancias, él y Pujols deberían acceder sin contratiempos al Salón de la Fama en su primer año de elegibilidad. La única interrogante es si su inducción será en 2027__lo cual requeriría el retiro después de esta temporada __ o si habrá que esperar más.

Traducción: Alfonso L. Tusa C.  27 de agosto de 2021.