Ronald Acuña Jr se ve cada vez mejor en el plato

Guillermo Liñares-.

El comienzo de campaña 2020 no fue el mejor para Ronald Acuña Jr. El oriundo de la Sabana comenzó los primeros días de la temporada frío, atrasado en el swing, ansioso y dominado por rectas que los lanzadores rivales le recetaron en cada turno. Los números del venezolano de los Bravos de Atlanta no engañan: en los primeros compases bateó para .152 (hasta el sábado 1 de agosto), producto de apenas cinco imparables en 33 turnos, con la bicoca de 17 ponches y un síntoma que denota su mala escogencia en el plato, de su poca paciencia: tres boletos. Además, el ganador del Novato del Año en la Liga Nacional en 2018 no exhibía hasta el sábado carreras remolcadas ni jonrones, con tan solo tres extrabases producto de trío de dobletes.

Este lunes el periodista y analista de métricas avanzadas de los Diablos Rojos de México,  Octavio Hernández, reflejaba en su cuenta de twitter que halló en Brooksbaseball.net y baseballsavant.com unas estadísticas curiosas: durante los primeros juegos de la temporada a Ronald Acuña Jr los lanzadores rivales lo estaban pasando con rectas, preferiblemente del medio del plato hacia afuera. Las métricas que mostró Octavio señalaron un déficit considerable en el contacto del varguense:  en 2019 Ronald se ponchó en el 26.3 % de los turnos que tomó, siendo el decimosexto en MLB. Para 2020, y con los abanicados que ya cargaba en su haber, ese porcentaje se elevó hasta un 39.1 % durante los primeros 41 turnos y 10 juegos de su novena. Nada más y nada menos que un 12.7 % más que el año pasado. La investigación de Hernández también determinó que el envío que le estaba haciendo más daño era la recta: un 38.8% de los pitcheos que estaba viendo estaban siendo fallados ante lanzamientos rápidos, en contraste con el 25.7% que tuvo en 2019. Evidencia de que su swing se estaba quedando atrás, con 19 ponches ante 190 distintas rectas (entran aquí cutters, sinkers, rectas de dos costuras, y rectas de cuatro costuras), siendo la mayoría fallados ante envíos hacia la parte externa del home.

La comparativa que añade es todavía más exacta y no deja lugar a dudas: durante la temporada anterior su acierto se manifestaba más con los pitcheos rompientes y no tanto con las lisas de cuatro costuras (.226 su promedio ante lanzamientos de cuatro costuras, y un alto .356 la curva y .294 la slider). Y en MLB todo es estudiado, todo es analizado y los rivales han aumentado la receta de rectas a Acuña Jr, con un 59% en 2019 y un 66% en el año actual, según el estudio realizado por Octavio. El problema es que todo aumentó con su frío inicio.

Ahora bien, entremos en el meollo de este artículo y del que parece ser un cambio de tendencia desde, al menos, el sábado: Acuña Jr ha tomado cuatro boletos y se ha ponchado tres veces en ese lapso de tiempo, siendo el domingo y el martes días en que no fue pasado por las armas, ya conectó su primer jonrón – el sábado ante los Mets y el novato dominicano Franklyn Kilomé -, con cuatro dobletes, cuatro carreras empujadas (si, sus primeras de la temporada), y un promedio de .467. ¿Qué ha ocurrido? pues que ya no se embarca tanto, ha preferido hacer contacto y ser más paciente. Si así como antes les mostrábamos que los números no engañaban su frío comienzo, estos tampoco ocultan que el despertar de su bate está trayendo ya réditos para la causa de los Bravos.

El mánager Brian Snitker declaró a los medios después del juego del martes ante los Azulejos que también valoraba positivamente la actitud que estaba teniendo en el terreno, con una intensidad evidente al correr las bases después de anotar tras un doblete de Dansby Swanson: “le dije que si podía correr así, vendería mi auto”, una forma jocosa de expresar su satisfacción con la manera en que el venezolano se está entregando por el juego de pelota.

Ya su promedio va por .250 tras esta buena racha, un aumento de casi 100 puntos con el que mostraba antes del sábado, donde parece ser el punto de partida que lo llevará a ser de nuevo esa pieza clave de un equipo que aspira a estar en postemporada, aún y sin Mike Soroka. Atlanta lo agradece.