La comunicación vía Twitter de Carlos Feo, narrador del circuito radiofónico de los Navegantes del Magallanes y vocero oficial del equipo, por momentos me dejó hipnotizado frente al monitor de la computadora, por momentos me hizo recordar una canción de los Beatles que hablaba de una semana de ocho días. En este caso, Feo indicaba que los navegantes permanecerían sin jugar las dos últimas fechas del calendario en diciembre y las tres primeras de enero, a consecuencia de los estragos del coronavirus en varios de los peloteros. En LVBP había ocurrido un episodio similar con Tigres de Aragua quienes estuvieron tres o cuatro días seguidos sin jugar, luego regresaron a la acción en la semana final de diciembre. En MLB también hubo varios equipos que en la temporada recortada 2020, pasaron por hiatos de imposibilidad de jugar debido a brotes de la enfermedad entre sus pelotero. Todas esas son medidas preventivas que forman parte del protocolo de seguridad bajo el cual diseñan la reanudación de los torneos deportivos en medio de la pandemia de COVID-19. También en las principales ligas europeas de futbol han suspendido varios juegos por ese motivo.
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A diferencia de los Beatles, la semana de los Navegantes del Magallanes tendrá 12 días, en otras palabras deberán efectuar doce juegos en ocho días, algo que recuerda los trabajos forzados de presos en los regímenes más despiadados de la historia. Para cumplir esa programación los Navegantes deberán realizar cuatro dobles carteleras, la manera más considerada de efectuarlos es cada dos días o “every other day” como dicen en inglés. El manager Carlos García deberá ingeniárselas para administrar a sus peloteros a fin de darles el respiro necesario para mantenerlos en la mejor de sus condiciones, primordialmente a los pitchers abridores, probablemente deberá implementar una rotación con tres días de descanso dependiendo del número de lanzamientos. También deberá alternar a sus receptores en las dobles jornadas y tal vez deba echar mano de un tercer receptor. En cuanto a los jugadores de posición todo dependerá de cómo se sientan sobre todo luego del primer juego de las dobles carteleras.
En principio García podría disponer de Wilfredo Boscán, quien estaba señalado para abrir el juego donde empezó el protocolo de seguridad por síntomas de COVID-19, Johan Pino que ha venido recuperando su mejor condición desde el montículo luego de una arrancada en falso, Felix Doubront que luego de una muy buena actuación en la liga mexicana, ha tenido algunos inconvenientes físicos en su actuación en LVBP, pero también ha venido recuperando su mejor condición física, por supuesto también contará con el mejor pitcher abridor del Magallanes y de la liga hasta el momento, Erick Leal, quien lidera el circuito en efectividad. También cuenta con el refuerzo del recientemente firmado Eduardo Pérez, quien tenía algunos años sin lanzar y se apuntó una victoria al reaparecer con Magallanes. Habrá que esperar, a ver como sale cada uno de esos abridores de este nuevo ataque de coronavirus, y en caso de estar disponibles, que distancia puede cubrir cada uno.
En caso de algún inconveniente con los abridores, García podría contar con su a veces irregular pero en muchas ocasiones efectivo bullpen para utilizar la opción del abridor ocasional (“opener”) muy en boga en el beisbol actual, asumiendo por supuesto que los relevistas lograron superar el brote de coronavirus. Por ejemplo podría abrir con Elis Jiménez y de acuerdo a como le vaya contar con el por tres innings., luego podría seguir con Anthony Vizcaya, o Brandon Quintero en los episodios intermedios, Deolis Guerra como preparador y Jorge Rondón para cerrar.
Habría que esperar a ver como se sienten los peloteros el cinco de enero y cuales están en condiciones de salir al campo, doce juegos en ocho días es realmente un reto muy exigente para el cual hay que estar en buena forma física y mental.
Alfonso L. Tusa C.
